discusión con mi madre. (extraído del foro)

Este es un punto bastante grande y no crea que pueda terminarlo de una sola vez.
Salió de la última discusión que tuve con mi madre. Fue la primera discusión en la cual no me permití enojarme enseguida debido a cosas que ya sea no acepto y/o me molestan sobre ella o nuestra relación familiar. No me permití pensar tanto como para que se creara demasiado movimiento y resultara en una discusión común y corriente en la cual ninguno de los dos nos escuchamos ni entre nosotros ni sabemos lo que decimos. Tampoco le hablé como estoy acostumbrado hablarle ni en las mismas palabras que de costumbre.

Descubrí muchas cosas en mí, así como también cosas que ya había visto en cuanto a mi familia. También pude ver en ella a mi mismo. Es decir, la vi como mi igual. No en el sentido de como muchos adolescentes tratan a sus padres en una manera de "rebeldía" la cual intenta mandar un mensaje de mis padres no me importan, lo cual cabe en el mismo sistema de construcción(?) familiar. Pude ver como ella estaba totalmente sumergida en ideas, creencias, emociones las cuales no la dejaban ver que estaba pasando, que yo estaba comunicando ni que ella misma estaba comunicando. En esto me pude ver a mi mismo hace unos pocos años. Totalmente perdido dentro de mi mente en una situación en la que nadie, sino yo mismo me podría sacar de donde estaba.

La discusión comenzó porque ella quería saber cuando iba a hacer la ceremonia de la confirmación católica. Yo dije que no la iba a hacer. Dije que no porque hace un tiempo me había aferrado a la idea de que no debía hacerlo porque no era necesario y en una respuesta de separación/alejamiento a la iglesia católica. Ella entonces me dijo que es como si fuera que no soy de una familia católica. Le dije que no soy católico y así continuó. Algo interesante es que ella sabe que no soy católico, pero ella a pesar de esto lo continua diciendo. Dentro de la conversación intenté en ocasiones llegar a ella, intentar hacerla escuchar mis palabras por lo que significaban sin que juzgara simplemente por sus ideas. Ella decía que estaba equivocado y se le veía turbada. 

Al final de todo decidí que lo más eficiente era funcionar dentro de mi familia sin fricción, en el sentido de no crear conflictos innecesarios basados en choque de creencias o de voluntad. Yo, viviendo en el sistema económico actual, dependiendo de mi familia económicamente. Mis padres no me van a escuchar, o por lo menos por el momento, y yo no me pierdo a mi mismo si hago la ceremonia de confirmación u otras cosas que requiera mi familia dentro de sus creencias y tradiciones.


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